Soy Morellia, y mi aventura con los pasteles comenzó en 2020, en plena cuarentena. Todo empezó con una ilusión: quería sorprender a mi hija con su primer pastel de cumpleaños hecho por mí. Un pastel que no solo fuera delicioso, sino que llevara su dibujo favorito, algo único y especial.

Cuando vi su carita de felicidad al descubrirlo, su sonrisa lo dijo todo. Por un momento, olvidamos las dificultades que estábamos viviendo y nos enfocamos en celebrar, en disfrutar juntas. Ese instante, lleno de magia y dulzura, fue el que encendió en mí la chispa para empezar este proyecto.

Desde entonces, me dediqué a aprender, practicar y perfeccionar cada detalle. Lo que nació como un gesto de amor para mi hija se convirtió en mi pasión y en mi profesión. Ahora, mi misión es compartir esa misma emoción con cada cliente, creando pasteles que no solo sean hermosos y deliciosos, sino también inolvidables.

Porque cada celebración merece un pastel que hable de amor, alegría y momentos únicos. Estoy aquí para ayudarte a hacerlos realidad.